En la llamada Belle Epoque, o Fin de Siglo, la sociedad europea llega a su grado más elevado de  refinamiento urbano. Los ideales burgueses son los que se imponen tanto por la importancia  numérica de las clases que los soportan como por el poder adquisitivo que habían conseguido. Las  ciudades europeas mayores, Berlín, Londres ,Viena y sobre todo París forman el núcleo desde el que  se extiende a las demás.

 Fin de siglo español
 Al igual que en Europa se percibe un momento de especial refinamiento en la sociedad española,  aunque por mantener ésta su sentido tradicional, se puede decir que es menos osada y más  provinciana. En la política, como ya hemos visto en el capítulo 10 y en el arte, capítulo 11, las  circunstancias y conflictos que se vienen desarrollando a lo largo del siglo se mantienen. Sin  embargo, la nota distintiva es todavía la vida agradable de la ciudad.

La literatura
En literatura se mantiene el sentido realista preferido por las clases lectoras más conservadoras. Es notable el movimiento modernista que se inicia con un alejamiento de las formas apreciadas por la mayoría, un elitismo literario basado en formas de sonoridad y lenguaje modernas.

La música
Como consecuencia al interés romántico por lo nacional y popular, la música toda se acerca a ambos temas. Aunque nacida en Francia, en el caso de compositores de concierto y piano, sus creaciones se basan formalmente en música regional. Notables y todavía parte del repertorio de música española son las obras de Albéniz y Granados.

Zarzuela y música popular
Como respuesta a la música de gran teatro, como la ópera tan popular en Europa, tiene un resurgir importante la forma española de representación musical en la Zarzuela. Obras generalmente cortas, género chico, se basan sobre temas populares urbanos y campesinos, que son expresados con una música fácil y agradable que atrae al pueblo. En la música de marcha el pasodoble se convierte en la expresión más apreciada y generalizada de la música popular española. También los estudios folklóricos inician una nueva época para las tonadas, bailes y canciones auténticamente populares, jotas, sardanas, y en el sur andaluz, el flamenco con sus numerosas variaciones.

La arquitectura
La renovación de la arquitectura está influida como en las décadas anteriores por el arte francés, que ahora toma la nueva dirección de Arte modernista, Art nouveau. En Cataluña, y en numerosas ciudades del resto de España a donde llega el impacto de sus artistas nace un arte modernista especial, basado en adornos y colores. Gaudí es el nombre que más se asocia con los caprichos de la moda modernista.

La escultura
En un acercamiento a las formas sensuales de la poesía, la escultura modernista se distingue por su carácter lánguido y sus desnudos idealizados bajo una capa de delicada reserva que les resta su efecto erótico.

La pintura
El impresionismo es el estilo que se asocia más con el modernismo de fin de siglo. Pero es un impresionismo que se aleja de los colores naturales en busca de unas tonalidades casi simbólicas. En este impresionismo modernista sobresalen los artistas catalanes. En el resto de la Península se mantiene más el realismo tradicional aunque con una mayor tendencia a subrayar los efectos lumínicos. También se percibe paralelo con el naturalismo en literatura una preferencia por temas sociales.