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Resumen: Capítulo 11 - La vida cultural durante el siglo XIX

Corona visigodo La vida cultural en Europa
 La vida cultural en Europa durante el siglo XIX tiene como característica principal su carácter  burgués y democrático. Fue resultado del progreso científico aplicado a la industria y la educación  de la clase media creciente a lo largo del siglo.

 La ciencia en Europa
 El siglo XIX ha sido llamado el Siglo de la Ciencia no sólo por los nuevos adelantos, sino porque su  aplicación cambió el carácter de la sociedad entera.

 Pensamiento filosófico en Europa
 Las nuevas corrientes filosóficas son numerosas e importantes, manteniendo su influencia en el  pensamiento europeo hasta en la actualidad. Los más importantes el idealismo alemán, el  empirismo, el positivismo, la fenomenología y el existencialismo.

Pensamiento religioso
Como consecuencia de las corrientes filosóficas racionalistas y cientifistas, en su oposición a la religión cristiana se da una reacción que condiciona un resurgir del pensamiento cristiano, tanto en Francia como en Inglaterra.

Doctrina católica
En este acondicionamiento a las nuevas corrientes, la Iglesia Católica formula de nuevo los principios fundamentales de la doctrina religiosa y social de la Iglesia. Los papas Pío IX y León XIII son los pontifices más importantes y el Concilio Vaticano la manifestación de mayor trascendencia.

La vida cultural en España durante el siglo XIX
La postura defensiva del pensamiento católico notada en Europa, es más pronunciada en España, como lo es también la corriente influida por la oposición a la religión cristiana que se identifica con el liberalismo político. Así se da en España una reacción con nombres de escritores y políticos de importancia. También se propagan en España las nuevas corrientes que están influidas, primeramente por el pensamiento francés y luego por el alemán.

El pensamiento liberal español: Krausismo
En la línea de pensamiento liberal español se asocia la ideología atribuida al filósofo alemán Krause. Aunque de menor importancia en Alemania fue capaz de atraer numerosos pensadores que vieron en su doctrina una alternativa a la doctrina cristiana. Más que su doctrina fue su dedicación a la educación y fundación de la Institución Libre de Enseñanza lo que dio mayor importancia al movimiento.

Las letras y las artes en Europa durante el siglo XIX
Las obras de arte, visual o literarias, manifiestan claramente la transformación que la sociedad europea fue sufriendo desde la Ilustración y la Revolución Francesa. El nuevo carácter del arte y de los artistas hace que sus obras manifiestan la sociedad urbana y sus ideologías con mayor vehemencia que antes. A su nuevo carácter contribuyó también la disminución en importancia de los mecenas, con el aumento de importancia de la clase media a la que los artistas se dirigen más claramente.

Los movimientos que más o menos simultanea o consecutivamente dominan el panorama europeo y español son unos herencia del siglo anterior, otros de reacción o consecuencia de la revolución francesa, mientras que otros son ya resultado de la evolución de la sociedad europea.

El neoclasicismo afrancesado, supervivencia del siglo anterior se mantiene asociado a los gustos de la monarquía, aumenta con su aceptación por Napoleón, y añade una corriente depurada de líneas ya imitación de las griegas y romanas.

Como reacción a la excesiva importancia dada a los temas universales y de razón, se percibe ya desde principios de siglo una revaluación de la sensibilidad y del individualismo como persona y como miembro de la sociedad. Los valoración de la imaginación y de las pasiones humanas predominan sobre la utilidad y racionalidad. El individualismo lleva al liberalismo, y defensa de libertades individuales, y al nacionalismo político, al historicismo nacional, y en arte a la originalidad. Como evasión de la razón se busca la fantasía, la imganiación, y, frente a la serenidad, atribuida a lo razonable, los extremos, lo desconocido, lo misterioso. Este movimiento recibe el nombre de romanticismo.

El llamado realismo es la consecuencia a la supervaloración de mundo interior romántico. Contra éste se da la supervaloración de lo positivo, de lo real, del objeto percibido por los sentidos. Es consecuencia natural por una parte de las corrientes filosóficas positivistas y por otra de la importancia que se da a la ciencia aplicada a los resultados reales y concretos. En su aplicación a la sociedad el analisis de ésta y del hombre lleva al interés por las reacciones humanas y las costumbres de la sociedad.

Como consecuencia del realismo y a la vez del desarrollo industrial se llega al naturalismo, que se entiende como la consideración del hombre en el entorno, dependiendo de la doctrinas de un materialismo determinista se llega al énfasis en la visión pesimista del hombre en la sociedad moderna. Este movimiento fue popular entre los artistas en simpatía con los movimientos revolucionarios a favor del proletario.

La literatura en España durante el siglo XIX
Las corrientes literarias predominantes en España a lo largo del siglo, siguen las mismas pautas que las europeas, aunque acomodados a la espiritualidad española y a las condiciones sociales. En general estos movimientos resultan más inclinación de estilo que resultado de la ideología de sus autores.

El neoclasicismo, nunca demasiado declarado en España, aunque se mantiene, sufre de las consecuencias de la Guerra de la Independencia, que sirve para exacerbar los sentimientos nacionales y ofrece como resultado unos estilos que reflejan sentimientos ya asociados con el romanticismo. En el romanticismo se ve una línea, que se ha llamado asociada con la oposición a la política absolutista prevalente en el reinado de Fernando VII, muchos de ellos emigrados en Francia o admiradores de las doctrinas políticas francesas. Otra corriente, es más conservadora, nacionalista y católica, en los que el romanticismo es ya más estilo que ideología.

Como en el resto de Europa, también en España es la corriente realista la que tiene mayor duración y ofrece resultados cuya validez y mérito se ha reconocido hasta el presente. Toma varias direcciones de las cuales la costumbrista, o novela de costumbres, es la más importante, aunque tambiín es de notar la novela de tesis. De gran importancia en la direcci&ioacute;n realista es Galdós.

Como continuación de la novela realista se da en España la corriente naturalista. De ésta se puede decir que es simplemente más estilo y moda que producto de ideología. A pesar de ello ofrece novelistas de importancia, como Pardo Bazán.

El arte en España durante el siglo XIX
Coincidiendo aproximadamente con los movimientos literarios se dan los de las artes plásticas. La arquitectura por ejemplo, mantiene las formas del siglo anterior, aunque depura también su línea neoclásica, aplicada sobre todo a edificios oficiales. El romanticismo se despierta con una predilección historicista que lleva a reproducir, aunque de manera ecléctica con frecuencia, estilos históricos desde el mudéjar hasta el siglo XVII.

La escultura sigue las mismas modas, más neoclásicas, afrancesadas o depuradas en monumentos oficiales. Aunque también en la escultura se percibe, como en la literatura, la predilección por temas históricos nacionales y patrióticos, que aunque de técnica neoclásicas expresan sentimientos románticos. La escultura romántica se mantiene historicista buscando el apoyo de estilos pasados.

La pintura neoclásica en técnica y temas en un principio, sufre la transición a un historicismo romántico, con una importante escuela de pintura de historia. Y a mediados de siglo ofrece ya los rasgos, técnica y temas de la vida realista. Aunque los temas realistas de clase baja y oficios de poco prestigio no encuentran mucho favor en España. Más lo tienen los de género, pero son de tema más bien burgués. Hay que advertir que en numerosos pintores se ve una derivación en su estilo que los deja clasificar solo con dificultad en un estilo u otro.