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Resumen: Capítulo 8 - Vida cultural durante el Siglo de Oro

Corona visigodo La vida cultural española durante el Siglo de Oro
 La vida cultural durante los siglos XVI y XVII sigue las líneas establecidas en toda Europa.  Aunque  España y Francia son los grandes poderes políticos, Flandes y sobre todo Italia son los  propulsores  de la nueva cultura renacentista. En España continúa la influencia ya iniciada en el  reinado anterior.  Durante el de Carlos V, debido a su título de Emperador es más abierta a  influencias europeas, bajo  Felipe II se percibe la disminución de la influencia proveniente del  norte europeo con la mayor de las  corrientes procedentes de Italia. Generalmente se divide este  período en dos: uno, el siglo XVI,  renacentista y europeizante, seguido por otro, el siglo XVII,  nacional, más inclinado a la  introversión y como alejado de Europa, excepto de Italia.

 El Renacimiento: El período imperial
 La literatura demuestra muy pronto una renovación, bajo la influencia italiana y cortesana, que  ha  dejado huella en la historia literaria española. Prototipo de este nuevo estilo lo ofrece Garcilaso de la Vega, quien ha pasado a la historia como el escritor más influyente tanto en la lengua como en las formas poéticas. De importancia es también la reacción tradicional. Los temas importados que se proponen en teatro tienen menos atractivo que los temas tradicionales; en las formas narrativas son las de fantasía caballeresca las que atraen la atención más que la utopía del género pastoril. Más merecidos son el nombre e influencia alcanzados por la obra anónima "El Lazarillo de Tormes". En ella se crea por primera vez una obra en la que el punto de vista es esencial. Nuevo es también que su héroe, perteneciente a la clase baja, es un pícaro. Su visión realista, pero no amarga, de la sociedad vista desde fuera, fue el comienzo del género "picaresco" popular en España y Europa.

La música
La música continúa su desarrollo anterior con los villancicos y villanescas, aunque añadiendo ya nombres importantes en otras formas de la música española. Entre estos destaca Tomás Luis de Victoria, uno de los compositores de música religiosa más importantes de su tiempo.

La arquitectura
Se nota una disminución de la influencia alemana tan importante en el reinado de los Reyes Católicos, con un notable incremento de la italiana que, como en la literatura, introduce nuevas líneas y formas. Aunque la inclinación a la mayor decoración, ya tradicional en España, se mantiene también en numerosas obras. La obra de arquitectura renacentista más importante del siglo, perteneciente ya al reinado de Felipe II es el Monasterio de El Escorial. Aunque sigue la línea italianizante, su gigantesca monumentalidad y estricta simplicidad de línea contradicen la elegante ornamentación italiana.

La escultura
De gran importancia, forma media entre escultura y arquitectura son los retablos para altares en iglesias. Su número y su magnitud ocupó a numerosos artistas, que han dejado una herencia artística de gran importancia. Estos retablos, la mayoría de ellos ha sobrevivido los siglos e influyen todavía en la sensibilidad religiosa de los españoles.

La pintura
En la pintura se nota un proceso de liberación de las influencias flamencas e italianas. Numerosos pintores del siglo XVI demuestran ya un carácter propio que se puede bien considerar como respondiendo a la religiosidad española. Pedro Berruguete y Luis de Morales son los que mejor ejemplifican este proceso. Sin duda el más conocido es el El Greco, asociado con la ciudad de Toledo a pesar de su origen griego. En su pintura demuestra un proceso desde el manierismo italiano hacia una técnica de manchas de color y efectos de luz, aunque se puede decir que lo que su pintura pierde en riqueza cromática lo gana con ventaja en la intensa expresividad de sus temas y figuras.

El Barroco: El período nacional
Corresponde en términos generales al siglo XVII. Aunque sus manifestaciones continúan durante la primera mitad del siglo XVIII, su carácter es distinto, por lo que no se incluye en este capítulo.

Manierismo y barroco
El estilo barroco que se aplica a todas las manifestaciones artísticas y se dio aproximadamente al mismo tiempo en toda Europa se explica más que como un estilo, como nueva sensibilidad. Frente a la serenidad, un tanto fría y geométrica que con frecuencia buscaba el artista durante el renacimiento, o la rebuscada elegancia del manierismo, el barroco busca una mayor expresividad, intensidad, acción íntima y sentido intelectual. En pintura se busca los efectos de luz que realzan o toda o parte de figura realizada con detalles de gran realismo. En literatura el rebuscamiento de la palabra elegante, nueva, se llama culteranismo; la tensión del contenido con el rebuscamiento de los conceptos, es el conceptismo.

Arte barroco y Contrarreforma
Se ha llamado al arte barroco arte de la Contrarreforma, en primer lugar por haber concidido con el tiempo en que las luchas religiosas fueron más graves en Europa. En segundo lugar porque los países católicos, frente a la tendencia protestante a disminuir el aspecto externo de la religión, dieron una gran importancia a la pintura y la escultura en la representación de temas, motivos y misterios religiosos, y al estilo barroco en expresión de su religiosidad.

El barroco español
El barroco coincide en España con el período de introversión, por ello el arte toma en él unas características especiales. Por una parte busca en los aspectos realistas la manera de aumentar la fuerza expresiva; pero por otro disminuye los aspectos más lujosos y humanos en busca de una mayor unción e idealización enteramente religiosas.

La literatura
La literatura manifiesta la misma inclinación a lo ampuloso agitado, recargado de vehemencia y contraste que otras formas de arte. Se trata, en el contendio, el confrontamiento de contrarios: lo hermoso y lo feo, lo refinado y lo vulgar, lo social y lo antisocial; y en la forma el culteranismo y el conceptismo. Característico del barroco español es el sentimiento de desengaño ante la historia de su tiempo. En general se puede decir que se desarrolla en varias corrientes, estética, estoica y moralizante. Son notables el culteranismo de Góngora, el conceptismo de éste y el de Gracián y la protesta de Quevedo y finalmente, ya al final, el tradicionalismo optimista de Calderón.

En literatura narrativa es importante sobre todos Cervantes, entre cuyas numerosas obras destaca su Don Quijote. La oposición de realidad e ideal, junto con el humanismo de los personajes, sobre todo Sancho, han dado a su autor fama mundial. También el teatro ofrece obras de gran valor en las que se perciben los ideales de la sociedad española y en las que destaca la preocupación por el honor. Honor siendo un valor del alma que trasciende la clase social e incluye la villana.

Novela picaresca
Género típicamente español desde la creación del Lazarillo es el género llamado picaresco. En las obras picarescas se ofrece la crítica de la sociedad con la exposición, generalmente autobiográfica, de la vida de un pícaro, vagabundo, holgazán, el típico antihéroe.

Poesía
La poesía del Siglo de Oro se distingue por la forma linguística, culteranismo, y de contenido rebuscado, conceptismo, más que por la emoción. Queda caracterizada por dos grandes escritores, Góngora el más típico representante de la suntuosidad poética barroca y Quevedo con su conceptismo, en prosa y verso, moralista y satirizante. Quevedo es quien mejor representa la cultura española ya en decadencia. Figura aparte es la de Calderón. El tono elevado y altisonante de su lenguaje, abundante en símbolos y alegorías sirven de base a un idealismo típicamente español y cristiano. Entre sus obras destacan el auto sacramanetal la forma más española y barroca del teatro nacional. Sus temas de profundo pensamiento religioso y filosófico. Muy famoso es todavía "La vida es sueño".

La música
La música se destaca por el uso del órgano aplicado por numerosos compositores a la música para uso en las celebraciones religiosas. Es importante la aparición de la zarzuela, mezcla de recitación y canto, que a imitación de la italiana se empieza a componer en España, aunque su verdadera popularidad queda para dos siglos más tarde.

La arquitectura
El primer período de la arquitectura barroca no ofrece la suntuosidad que se percibe en otras manifestaciones artísticas. Empieza con líneas más bien sencillas y desprovistas de gran ornamentación. Sólo a finales del siglo XVII es cuando en interiores y en exteriores se define una clara tendencia hacia la suntuosidad ornamental.

La escultura
En España la forma más popular de la escultura barroca es la de imágenes religiosas, de talla de madera policromada destinadas para altares de iglesia. Es en ellas donde los escultores destacan por un gran realismo de detalle y colorido, pero que no resta de la idealización y majestad que se asocian con la idea religiosa.

La pintura
Con la literatura, el gran momento del arte barroco se da en la pintura. En ella se mantiene con el realismo de detalle, la unción religiosa de sus imágenes y el conceptismo barroco de la composión que añade sus símbolos. Desde un principio la influencia italiana de los fondos oscuros, claroscuro o tenebrismo, permite a los pintores españoles un juego con los efectos de luz usado como medio simbólico o sencillamente como medio de aislar la figura predominante. Los más grandes pintores de esta épcoa llena de grandes pintores es: Velázquez pintor en la corte de Felipe IV con el magnífico realismo de claroscuro de "El aguador de Sevilla", juego conceptista de realismo de "Las meninas" y de "Los borrachos", y simple realismo de sus retratos reales; y Murillo, alejado de la corte y pintor de cuadros religiosos de gran suavidad y unción religiosa en los que el pueblo español ha visto y ve todavía expresión de su propia religiosidad. Murillo tiene además numerosos cuadros costumbristas de niños, auténtica pintura de pícaros, en los que la suavidad de tratamiento les quita toda posible amargura social.