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Resumen: Capítulo 4 - La reconquista cristiana

Corona visigodo La importancia de este período histórico se debe a que durante él se establecen los  fundamentos de la sociedad moderna española. A lo largo de los siglos se percibe que el  proceso de reconquista representa la afirmación de las formas sociales políticas y  culturales en las que se ve el comienzo de España. Es además un regreso a la tradición  de contactos con Europa establecidos ya desde su integración en el Imperio Romano.

 Núcleos iniciales de la Reconquista
 Aunque la reconquista de los territorios comenzó como una serie de intentos  independientes, a medida que se ampliaban los territorios reconquistados se ve la  derivación hacia una consolidación, conseguida con frecuencia por medios poco  pacíficos.

 En este proceso el núcleo central, que llegó a agrupar Asturias, Galicia, León, ambas Castillas y gran parte de Andalucía, fue el más poderoso. Navarra, en el centro, es el más pequeño y, en el este peninsular, Aragón y Cataluña, llegaron a ser, con su unión, la fuerza política y económica muy poderosa.

Vida social
Esta división debida a procesos históricos muy marcados se manifiestan en diferencias sociales y culturales que se mantienen hasta el presente. El núcleo central, castellano, más preocupado con su extensión hacia el sur, permanece en la vida política, relativamente aislado de Europa. El nucleo del Este, Aragón y, en especial, Cataluña, mantuvieron relaciones, políticas y comerciales, más estrechas con las naciones de Europa.

Vida religiosa
Cristianos
El establecimiento de los nuevos reinos representa también el regreso a la tradición latina y cristiana. En este proceso de reintegración cultural contribuyeron de manera muy notable las ordenes monásticas francesas, de Cluny y más tarde del Cister invitadas inicialmente por los reyes peninsulares. Los monjes franceses mantuvieron estrechos contactos con los monasterios franceses de que procedían, estableciendo así en la Península una extensión de las tradiciones religiosas, literarias y artísticas francesas. Aunque el concepto de Cruzada contra los infieles no fue nunca popular en España, como lo fue en Francia, el predominio religioso de los cristianos en la sociedad y en las estructuras políticas quedó firmemente establecido con la consideración de ser tierra de cristianos y la importancia que tuvieron las llamadas Ordenes militares.

Moros, judíos y conversos
Característico de la sociedad peninsular es la presencia de notables grupos de judíos y musulmanes. Los primeros, muchos de ellos arabizados, no tuvieron gran dificultad en hispanizarse, y, como lo habían hecho ya con los árabes, también bajo los cristianos entraron a formar parte de estructura social. Los segundos, llamados mudéjares, mucho más numerosos, tendieron en cambio a residir en zonas marcadas donde mantuvieron sus formas de vida. Ambos grupos tuvieron gran importancia, aunque de manera distinta, en la vida económica de los reinos cristianos.

Vida cultural
La contribución de los monjes y, en general, de los eclesiásticos al desarrollo de la vida cultural de este tiempo no se puede exagerar, tanto en la educación y cultura artística como en su servicio de consejeros en las cortes de los reyes y ayuda en el desarrollo económico de los reinos. A ellos se debe también la creación de instituciones de enseñanza, escuelas, de las que se derivaron las universidades.

Los traductores
Una actividad de importancia en la que participaron no sólo los monjes, sino también colaboradores moros y judíos es la traductora, que permitió la llegada a Europa de muchos adelantos científicos de los árabes.

La literatura
De gran importancia es el desarrollo lingüístico que llega a estabilizarse a partir del siglo XII, dando lugar a derivaciones del latín que ahora se fijan con la escritura dando lugar a los idiomas de España, gallego, catalán y castellano, éste absorbiendo otras formas dialectales (leonés y aragonés). Comenzando en todos ellos una literatura de gran importancia todavía: poesía lírica y épica, narraciones en prosa, tratados jurídicos e históricos.

El arte
A los monjes se debe también la introducción en España de los dos grandes estilos medievales, a los monjes de Cluny el románico, a los del Cister el gótico, aplicado especialmente a construcciones religiosas. La diferencia que se percibe entre ambos estilos, son, unas, técnicas, otras de expresividad. Todas responden a la diferente espiritualidad de ambas ordenes. Mientras la orden de Cluny envisionaba el mundo espiritual según las estructuras feudales francesas, los del Cister preferían ver los momentos íntimos y emotivos de las relaciones del hombre con Dios. Consecuencia de la constitución social de la Península fue el desarrollo de un estilo de arquitectura y decoración en el que los elementos árabes, se mezclan con los franceses, creando el, típicamente hispano, estilo mudéjar.