El nombre de mudéjar designa a los musulmanes a quienes, por tratado de capitulación, se permitía permanecer con ciertos derechos como vasallos de los reyes cristianos. Su aplicación al arte es una designación erudita introducida en el siglo XIX. Aplicado al arte el término de mudéjar medieval designa el producto de mestizaje de estilos cristianos europeos, románico y gótico, con el árabe, sea o no, éste producto de artesanos musulmanes. Por razones históricas el mestizaje del arte visigodo y el musulmán que se registra en los siglos X y XI recibe el nombre de mozárabe. El llamado arte mudéjar es quizá la expresión más característica y peculiar del arte español y se divide en mudéjar medieval y renacentista, siendo aquél el dependiente de los estilos medievales románico y gótico, y reservando éste para la mezcla del estilo árabe con el renacentista italiano. Cronológicamente el mudéjar medieval se extiende desde el siglo XII hasta pasado el siglo XIV, mientras que el renacentista es característico de los siglos XV y XVI.
Es notable la diferenciación del arte mudéjar medieval por regiones, siendo las más notables, Castilla, Aragón, Toledo y Andalucía. Hay variantes en las que el árabe es el estilo predominante debido quizá a la participación de artesanos musulmanes que poblaban territorios recientemente reconquistados por los cristianos. Desde el punto de vista social es importante subrayar que su uso se da predominantemente en ciudades menores, o en barrios de extramuros de algunas ciudades mayores, donde residían grupos mudéjares.
Algunas características del arte mudéjar son, en la arquitectura, el empleo del ladrillo, yeso y madera en vez de piedra, para la construcción; aunque se han conservado también construcciones de piedra labrada en Sevilla, Córdoba y Soria, algunas con influencia del gótico. Es frecuente el uso de ladrillos colocados en diseños geométricos para la decoración de paredes y bóvedas artesonadas. En Aragón tiene gran popularidad además el uso del azulejo y la cerámica policromada, de pura tradición árabe, en cuya producción destaca toda la región levantina. En la decoración interior es de gran importancia el adorno del techo que por tomar con frecuencia la forma de conjunto de artesones recibe el nombre de artesonado. Durante muchos siglos será característico de la decoración interior de las construcciones hispanas. El arte o estilo mudéjar representa diferencias específicas en cada región, más árabe en Andalucía, más románico en el resto, pero mucho más elegante y policromo en Aragón que en Castilla. En la región del bajo Aragón todavía hoy las iglesias de este estilo son típicas del paisaje aragonés. En la meseta castellano-leonesa son notables las muchas iglesias del estilo llamado "románico de ladrillo", por el material predominante en la construcción.
A partir del siglo XIV, el estilo mudéjar se mezcla con el gótico dejando también en este estilo obras de gran belleza, que varía también por regiones. Mientras que en Aragón se mantiene el uso del ladrillo, en Andalucía, son notables los portales de iglesias en los que se mezclan el estilo gótico con el árabe, éste representado por arcos entrelazados en formas de rombos. Elementos característicos del estilo gótico con mezcla de mudéjar son los arcos árabes, redondos o apuntados, las celosías labradas en alabastro y rosetones geométricos. |