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Mujer sentada en un jardín, obra de Pablo Picasso
En estos años Picasso comienza a decorar sus figuras con pequeñas líneas, a la vez que aumenta el uso de colores brillantes. Los rostros son pintados frecuentemente de perfil pero con ambos lados, ambos ojos, boca y nariz completamente visibles. El tema de la mujer sentada se repite con frecuencia en estos años.