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Brujas, obra de Francisco de Goya y Lucientes
El tema de brujas y brujerías era un tema muy del gusto de los ilustrados, durante el siglo XVIII, no solo en España sino en toda Europa. Posiblemente se pueda entender como una critica contra toda religión. Este cuadro pertenece a una serie de seis lienzos de brujas que Goya vendió en 1798 (o 1794-5) a los Duques de Osuna para la quinta de la Alameda. En este las brujas, tratan de raptar a una mujer medio desnuda, ejerciendo a la vez una serie de maleficios, con un cielo lleno de figuras asociadas a brujas y sus maleficios. Aunque el fondo es nocturno y sombrío el cuadro mantiene cierto color que aunque solo en parte desmiente la escena, y como en otros cuadros es difícil no ver en este la ironía de Goya en el amontonamiento de temas y símbolos en el grupo de brujas que intentan atacar a su víctima.