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Gallina ciega, obra de Francisco de Goya y Lucientes
Cartón pintado hacia 1789 para la Real Fábrica de Tapices, destinado para el palacio real de El Pardo. Es un ejemplo del típico costumbrismo cortesano del siglo XVIII. Estaba destinado para adornar el dormitorio de las Infantas en el Palacio del Pardo. Representa el juego de la “gallinita ciega” que, aunque es todavía popular como juego infantil, lo fue también de jóvenes durante muchos años. Es interesante notar en este cuadro el vestido imitación de la clase elegante anterior a la Revolución Francesa cuando el calzón ajustado en la rodilla (sans coulotte) fue criticado por los revolucionarios, pero usado por el pueblo, cuando el pantalón se hacía moderno.