Niños en la arena, obra de Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923)
En la pintura impresionista de Sorolla (1863-1923) el mar, el sol y la playa son las fuentes de inspiración para la figura y para el color. Los colores son así de gran intensidad con abundancia de blancos, azules, en contraste con los tonos ocres de la arena. Las mismas carnes tersas y mojadas de los niños sólo son excusa para ofrecer un reflejo de luz, que toma de dibujo o pintura.