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El huerto de la ermita, obra de Joaquín Mir (1873-1940)
Tras un viaje a Mallorca en 1901, la pintura de Mir derivó de un simple impresionismo a un simbolismo ornamental. En este cuadro el tema hubiera podido muy bien dar lugar a una pintura romántica, realista o impresionista. Bajo la paleta de Mir, con su declarada preferencia por un cromatismo exagerado, decorativo y simbólico, se convierte en un paisaje modernista.