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Aguas del Naguda (1917), obra de Joaquím Mir (1873-1940)
Otro paisaje de Mir siempre de su fase de impresionismo luminoso exagerado y de un colorismo decorativo y simbólico. Pintado a principios de siglo, tras el viaje a Mallorca realizado en 1901, la pintura de Mir derivó de un simple impresionismo a un simbolismo ornamental. En este cuadro el tema hubiera podido muy bien dar lugar a una pintura romántica, realista o impresionista. Bajo la paleta de Mir, con su declarada preferencia por un cromatismo exagerado, decorativo y simbólico, se convierte en un paisaje modernista.