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Virgen con el Niño (detalle), obra de Luis de Morales
Llamado el Divino, Luis de Morales se distingue por la extremada delicadeza en su pintura, sobre todo en los cuadros de la Virgen. Muy lejos de los lujos y sensualidad italiana, o del realismo flamenco, es notable por el recogimiento místico que da a la Virgen, expresión de la religiosidad hispana. Muy diferente que en otros cuadros de la Virgen con el Niño, en éste ambas figuras parecen sufrir con el pensamiento de la Pasión futura, figuración plastificada en el cayado terminado en cruz que sostiene el Niño. Con ello hace referencia al Evangelio de San Lucas en su narración de la infancia de Jesús: "María guardaba todo y lo meditaba en su corazón". Morales debió ser muy popular en su tiempo, pues sus obras son muy numerosas y están repartidas por toda la Peninsular. Algunas de sus representaciones se hicieron famosas por lo tuvo que hacer numerosas replicas. Considerado por mucho tiempo como excesivamente manierista y blando, hoy ha sido justamente revalorizado.