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Piedad (detalle ), obra de Bartolomé Bermejo
La Piedad fue donada en 1490 por el canónigo Luis Desplá a la catedral de Barcelona. En él adquieren pleno desarrollo dos valores: paisaje y retrato. En el centro la Madre con ojos entornados y boca desfigurada por el dolor y el llanto, con sus manos caídas en trágico abandono, impresiona por su realismo e intensa expresión. Es notable también el lujoso manto que cubre la figura de la Virgen. Al profundo dramatismo de la representación de la Piedad, se añade el grandioso paisaje, con línea de horizonte muy alta, concebido con gran unidad, y con marcada influencia flamenca.