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Otoño, de Salvador Maella
Uno de los mejores discípulos de Mengs, Salvador Maella es más conocido como fresquista de tema alegórico y triunfalista. Sus alegorías son en general buen ejemplo del academismo imperante en la pintura desde el siglo XVIII. Sus figuras toman una postura artificial que retrata, con una pincelada suave, luminosidad y colorido sin grandes contrastes incluso cuando, como en este cuadro, tendría valor alegórico. Maella es continuador de la pintura neoclasicista del siglo anterior.