Parte alta del retablo mayor de la catedral, Salamanca
La bóveda que cubre el altar está cubierta de un grandioso conjunto pintado al fresco representando el Juicio Final. Fue realizado hacia 1445 por el pintor italiano Nicolás Florentino. Es de notar el movimiento de la escena y el cuidadoso reparto de las figuras: Cristo en actitud de juez, rodeado por ángeles que sostienen los símbolos que recuerdan los varios momentos de su Pasión y dos ángeles anunciando la Resurrección y Juicio Final. A ambos lados las figuras de San Juan y la Virgen. En la parte inferior, divididos por los muertos que salen al llamamiento a juicio, aparecen, a la derecha (de Cristo), los bienaventurados y, a la izquierda, los condenados arrojados hacia la boca monstruosa del infierno. Aunque el simbolismo representativo está firmemente anclado en la tradición religiosa medieval, la representación ofrece, en las imágenes, evidente influencia renacentista italiana.