San Serapión, obra de Francisco de Zurbarán
San Serapión, nacido hacia 1179, tomó parte en la Tercera Cruzada bajo Ricardo Corazón de León. Más tarde fue a España a luchar en el ejército de Alfonso VIII contra los musulmanes. Por entonces conoció a Pedro Nolasco y en 1222 entró en la Orden de la Merced dedicada al rescate de los prisioneros cristianos en poder de los musulmanes. En una de sus empresas de rescate, Serapión se quedó como rehén hasta que llegara el rescate prometido. Al no llegar, fue en 1240 cruelmente martirizado y desmembrado. Zurbarán, en su pintura de 1628,   evita toda representación directa del sangriento martirio para dar una mayor importancia al simbolismo del hábito blanco, único objeto iluminado en el cuadro.