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San Bernardo, Francisco Ribalta
Fue pintado para la Cartuja de Porta Coeli. Es notable en su delicada presentación de San Bernardo que en trance místico se ve abrazado por Jesucristo. Por su falta de vestido se percibe la referencia a su pasión, aunque no se perciban otras señales de ella. Por ello es una representación más de lírico misticismo que de dramatismo religioso. Es uno de los cuadros más conocidos del pintor valenciano Ribalta. Fue atribuido a Zurbarán por un tiempo a causa de su fondo tenebrista y dibujo austero.