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Inmaculada Concepción, obra de Bartolomé Esteban Murillo
Uno de los temas religiosos preferidos por Murillo fue el de la Virgen, dedicando más de treinta cuadros al tema de la Asunción y de La Inmaculada Concepción. El tratamiento en ambos es parecido y con frecuencia los rostros también. Aunque los primeros tienden a representar con gran teatralidad a la Virgen de cuerpo entero y como subiendo a los cielos, mientras que los segundos, con una representación más íntima, de sólo medio cuerpo, pero con el cielo como fondo. Pero siempre con una suavidad especial y encanto casi adolescente, que fue, y es, muy apreciado en Andalucía, donde Murillo es, por antonomasia, el pintor de la Virgen.