36


Asunción de María, obra de Bartolomé Esteban Murillo
Uno de los temas religiosos preferidos por Murillo fue el de la Virgen, dedicando más de treinta cuadros al tema de la Asunción y de La Inmaculada Concepción. El tratamiento en ambos es parecido y con frecuencia los rostros también. Aunque los primeros tienden a representar con gran teatralidad a la Virgen de cuerpo entero y como subiendo a los cielos, mientras que los segundos, con una representación más íntima, de sólo medio cuerpo, pero con el cielo como fondo. Pero siempre con una suavidad especial y encanto casi adolescente, que fue, y es, muy apreciado en Andalucía, donde Murillo es, por antonomasia, el pintor de la Virgen. La Luna siempre presente responde al texto del Apocalipsis de San Juan "Y apareció en el cielo una señal grande, una mujer envuelta en el sol, con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas" (12, 1) tradicionalmente interpretado como referencia a la Virgen.