El Niño de la Concha, obra de Bartolomé Esteban Murillo
La representación conjunta de Jesús y Juan, tanto de niños como de adultos, es conocida y general en la iconografía. En este cuadro la novedad se basa en el acto de ofrecer Jesús a Juan agua a beber en una concha. El sentido espiritual se demuestra en el barroquismo de la apertura de los cielos con pequeños querubines en actitud de oración, el cordero símbolo del Buen Pastor y el báculo en forma de cruz con las palabras del Evangelio "He aquí el cordero de Dios" (Juan 1, 28 y 39). Es de notar que la cita representa palabras de Juan Bautista y el ir "vestido de pelo de camello, con cinturón de cuero a la cintura" es la descripción con que se le presenta Juan en el Evangelio (Mateo 3, 4). |