36


María Magdalena Penitente, de Pedro de Mena
La representación de esta santa penitente es una de las más afortunadas esculturas de Pedro de Mena. Fue realizada hacia 1664. El cuerpo envuelto en tejido de palma, su juventud aunque consumida por la penitencia, aun evidente, y su mirada trágica dirigida al crucifijo en su mano es todavía una mezcla de realismo e idealización. En este detalle se nota claramente el realismo preciso, aunque idealizado, y el carácter suave y tierno que da a sus imágenes religiosas. La percepción general de que sus figuras aparecen con frecuencia amaneradas y con sólo un asomo de realismo se puede aplicar también a esta obra. Es interesante su comparación con la interpretación de María Egipciaca de Pascual del Mena en el siglo XVIII.