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Bóveda del mihrab, Mezquita de Córdoba
Los techos y bóvedas con los que los árabes coronaban sus edificios son famosos. Muy común es la bóveda de nervios gruesos apoyados en el cornisamento sin unirse en el centro, dejando así un espacio central de forma geométrica. Su uso se hizo común en la segunda mitad del siglo X, probablemente importado del oriente donde se encuentran casos semejantes. En Al-Andalus llegó a su mayor esplendor y perfección, como demuestra la bóveda del mihrab de la mezquita de Córdoba. Sobre una base cuadrangular, en juego de columnas, arcos y bovedillas, se enlaza la bóveda octagonal. Es notable su decoración, de motivos florales variados en alternancia, y la corona caligráfica en el centro.